Durante los próximos cuatro días se celebrarán los tradicionales festejos taurinos en Guadalupe, todo está ya casi listo, pero aún falta una de las tradiciones familiares, junto con la matanza del cerdo, más arraigadas en mi pueblo: «Hacer el tablao«
Esta madrugada las familias y grupos de amigos guadalupenses dormirán un poquito menos y se irán a las escaleras del átrio o bajo los soportales de la plaza para guardar su sitio, a partir de las 7 u 8 de la mañana será imposible dormir en la plaza con el sonido de martillos, coches, motosierras y descargas de maderas, andamios, palos y tablones que serviran de tablaos para ver a los mozos del pueblo correr las vacas y toros.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, decía el poeta, la mía esta compuesta entre muchas cosas de una casa en la calle Sevilla, donde vivía mi abuelo, al que ví más de un año montar un tablao en el Átrio desde donde veía los toros, aunque creo que miraba más hacia la casa de las Goritas, donde estaba la banda de música, a cuyo tablao no falto desde hace 17 años.