A las 11 de la noche cientos de personas venidas de toda la mancomunidad nos reunimos alrededor de la plaza vieja de Cañamero para salir rumbo al dolmen de las brujas con nuestra calabaza a cuestas.
Cuenta la leyenda que las brujas en la edad media hacian esa ruta desde la plaza del pueblo al dolmen prehistorico por un pequeño camino que transcurre por debajo del castillo. Una vez allí y atraidas por los supuestos poderes mágicos de la vieja piedra colocada en el calcolítico, realizaban sus pócimas y conjuros en las calabazas.
Yo no se que opinará Iker Jimenez de todo esto, pero yo me quedo con el bello paisaje de las villuercas y con el aire puro que se respira caminando por el paraiso.