Terminó mi semanita de vacaciones en Valencia y regreso al mundo real con eso que algunos ahora llaman depre postvacacional pero que de toda la vida ha sido un «mierda, con lo agusto que estaba en el chiringuito».
Me resulta muy dificil describir todas las experiencias que he vivido en tan solo una semana. Muchos califican a los asistentes de la campus party como Frikys o colgaos de la informática… creo que se equivocan radicalmente los que creen esto. La filosofia de la campus es COMPARTIR: compartir cultura, compartir conocimientos, compartir experiencia y sobre todo relacionarse con gente con tus mismas aficiones y cargar la mochila de nuevos amigos y proyectos de futuro.
Pero no solo de informatica vive el campusero: he aprovechado para conocer una ciudad maravillosa con su impresionante catedral y su casco antiguo pero sobre la Ciudad de las Artes y las Ciencias, una obra de arte e ingenieria por donde perderse durante horas para no perder detalle. Valencia es una ciudad tranquila, me recuerda a Madrid pero sin esos agobios de metrópolis, sin esa gente de un lado para otro en el metro como autenticos autómatas programados para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. La apunto en mi lista de lugares en los que poder vivir en un futuro, solo tiene un pequeño problema… está muy lejos del aire de las Villuercas y de la morcilla de Guadalupe… aunque en unos años podré coger un Avión Manises-Cáceres y respirar el aire de las villuercas en unas horas…