Cada vez está más extendido aquello de que el verdadero año empieza con el curso, en septiembre. Buena idea la de Goyo de sus calendarios de septiembre a septiembre (primavera/verano, otoño/invierno).
Durante este verano han pasado muchas cosas: buenas, malas, regulares, de esas que pasan a la historia, de esas que están mucho tiempo en las noticias o de las que no llegan ni siquiera a serlo.
Ha sido un verano diferente, a caballo entre Cáceres y Guadalupe. A caballo entre los libros en la habitación y las cañas en la terraza de «la malia». Con un campamento diferente, con congresos con resultados buenos para unos y malos para otros, con toros buenos y toros malos, con candelera voluntaria o candelera impuesta.
Hoy, como cada 1 de septiembre, se retoman trabajos y proyectos; algunos aprovechan para hacer minipropositos de enmienda como si de un primero de enero se tratase, yo me propondré por mi parte retomar el blog con mayor asiduidad