Lamentablemente la noticia de la primera fiesta de la primavera será una pelea de cuatro cafres a las 5 de la mañana, cuando lo verdaderamente importante es que miles de jóvenes se marcharon del ferial andando por mitad de una carretera por la que circulaban coches recién salidos del botellón, conducidos en la mayoría de los casos por gente que reventaría el alcoholímetro.
Se puede decir más alto…