Hoy retomo lo de mis desayunos con la prensa….
Esta mañana me he levantado con una noticia esperada: Rocío Jurado ha muerto. Dos son las sensaciones que me han pasado por el cuerpo:
– Por un lado un sentimiento de condolencia con la familia y la gente que la quería, los que hemos sufrido esta enfermedad de cerca en nuestros familiares más directos sabemos muy bien lo que es.
– Por otro lado una sensación de: no pongas la tele ni la radio en dos días.
Es justo que se rinda homenaje a una persona conocida y admirada por muchos (personalmente no estaba entre mi música favorita…) pero el empacho mediático al que nos están sometiendo durante todo el día de hoy me parece sumamente excesivo.
Muchas son las personas que mueren a diario de cáncer, algunos son muy jóvenes, niños incluso y no salen por la tele. ¿Gran voz? ¿Buena cantante?, no seré yo quien discuta esto pero son muchos los grandes músicos que hay repartidos por toda la geografía y de los que nadie se acuerda.
Cuando se muere un artista y se monta toda esta parafernalia, siempre me acuerdo de un músico de mi pueblo: «El tío Domingo«, un músico que a sus 94 años seguía participando todas las semanas de los ensayos de la banda. Un músico que cuando ya no podía tocar más el clarinete se pasó a los platillos con tal de no abandonar una de sus tres grandes pasiones: la música (las otras dos eran las mujeres y las flores, por este orden como siempre apostillaba: música, mujeres y flores). El tío Domingo falleció hace unos años no sin antes hacernos prometer a toda la banda una promesa que cumplimos con la tristeza de despedir a un gran músico: tocarle un pasodoble a la salida de la iglesia.
Pd.- Estoy pensando en cambiar el nombre del blog y llamarlo: los desayunos de Mastropiero….