Terminaron las fiestas primaveriles del hípico, el Womad, La feria de Cáceres y comienza el tiempo de estudio para los universitarios Cacereños.
Y es esa frase «comienza el tiempo de estudio», la que me viene a la mente ahora para torturarme como ya lo hizo durante mis dos años de internado con los curas en el Colegio Claret de Don Benito al tener que escucharla dos veces al día por los altavoces de aquel edificio ahora reconvertido en navaja multiusos por el pp de allí al más puro estilo Concejalillo de juventud de Cáceres (con el ya típico pelotazo urbanistico de mis queridos religiosos claretianos).
De nada sirve ahora decir aquello de: «al año que viene estudio desde el primer día» o «si tubiese una semana más apruebo fijo». El toro nos ha cogido un año más, solo nos queda intentar esquivarlo lo mejor posible para que la cornada se quede en varetazo.