La verdad es que no se muy bien como empezar a contar las experiencias que he vivido estos 15 primeros días de Julio.
Llegué un día tarde al campamento por culpa de la boda de dos buenos amigos que ahora les toca lanzarse a la ardua tarea de convertirme en «tio Edu».
Después de tres horas infernales de autobús llegué no se aun como al Aula de la naturaleza de Cadalso, allí estaban todos recien despertaditos de siesta y dispuestos a darme guerra. Me enseñaron las instalaciones, me presentaron a mi rincon (grupo) y ale directos a currar.
A los chavales del campamento no se como agradecerles lo que me han hecho, he disfrutado como un enano con los enanos, nunca he sido de los que le gustaban los niños y en estos 15 días he aprendido a reirme y divertirme con ellos, es lo mejor que me llevo del campamento.
De mi rincón, del grupo de mayores, simplemente decirles que me han demostrado una madurez que no creia en chavales de 15-17 años. Una edad dificil, rebelde, en la que les solemos tachar de inconscientes, irresponsables, inmaduros o niñatos… nada de eso he encontrado en Derek, kasi, Ricardo, Pablo, Paula Casar, Paula Ropa,Paula Bravo, Meme, Nerea, Laura, Claudia, Susana, Bea, Alba…