BorjaMari y Pocholo cada día se quieren más, es increible como dos tipos tan supuestamente antagónicos se llevan tan sumamente bien.
De Borjamari se espera, es capaz de pactar con el diablo si de ser mosca cojonera se trata… pero Pocholo tiene que dejar lo que sea que tome y madurar un poquito, dejarse de aspavientos y pavoneos y comenzar a asumir que ya no está en la oposición. Y es que para Pocholo es muy dificil dejar de pensar en clave de oposición, es su estado natural.
Está visto que a Pocholo tanta fiesta ibicenca le pasa factura. Pero en vez de abandonar la fiesta, ahora le ha dado por invitar a los amigotes al After para mirar arriba y flipar viendo a la gente soportar cruces y calvarios cuando la verdadera cruz son ellos.