Si si, no soy el único radikal que anda por estos lares… son muchos los que a estas alturas han escrito sobre las palabras que ha tenido a bien concedernos al abad de Monserrat, pero no me puedo resistir a hacer algun pequeño comentario al respecto:
«Es fácil percibir que un sector de la jerarquía católica tiene nostalgia del nacionalcatolicismo, sobre todo en ciertos círculos de la Conferencia Episcopal y, sin duda, en muchos de sus documentos y en muchas homilías. Y lo cierto es que ese nacionalcatolicismo añorado por ese sector de la jerarquía es algo del pasado. La Iglesia debe aprender a situarse en otro contexto social, y ese contexto, según la Constitución y desde la separación entre la Iglesia y el Estado, se define como un verdadero Estado laico que supone eso: una separación real entre lo que es el Estado y su lógico derecho a promulgar leyes, y lo que es la Iglesia y la misión de la Iglesia, que no tiene esa capacidad legislativa. Eso no quiere decir que la Iglesia deje de decir lo que crea que debe decir en relación con la dimensión trascendente de la persona, porque eso es enriquecedor para sociedad, pero teniendo siempre presente que en un Estado aconfesional o laico, la voz de la Iglesia es una voz que no puede imponer sus criterios a los legisladores». Enlace entero del pais aquí.
Es un pequeño paso que personas «importantes» de la iglesia digan lo que piensan muchos de sus feligreses, pero cuando es tanto el camino que hay que recorrer se echan en falta muchos más pasitos de estos.