Siempre es un placer regresar al Teatro Romano de Mérida, más si cabe si es para asistir a su Festival de Teatro Clásico, que va ya por la 54 edición. Si el año pasado tocó ir a ver tragédia, Tito Andrónico de Shakespeare, en esta ocasión la elegida ha sido la comedia: Lisístrata de Aristófanes, que bastante cargadito va ya el año de malas noticias como para ir a ver otra matanza.
Solo un consejo: ni se les ocurra ir a Cavea Media, merece la pena pagar un poquito más si le tienen estima a sus posaderas.