Hace un par de años lo dije en el blog, para mi el Viernes Santo es siempre un día especial. No por religiosidad ni nada parecido, sino porque cumplo años en la banda de Guadalupe.
Atrás queda aquel viernes santo de hace 18 años en el que salia del atrio tocando «Estrella Sublime», jamás lo olvidaré. Tenía 7 años, pero llevaba asistiendo a los ensayos de la banda desde que tengo uso de razón.
Siempre lo digo, y nunca me cansaré de repetirlo: Manolín, Cristino, Domingo y Tío Paco; son personas de esas que dejan huella. Hay algunos que solo se acuerdan de los suyos y aunque a mi no me gustaría convertirme en ese tipo de gente, por si acaso tengo claro que estos hombres son los mios, de los que nunca me olvidaré. Gentes merecedoras de homenajes como el que más, como lo son todos los que murieron con la gorra puesta.
Mayoría de edad, pero siento disgustar a alguno; aun no me voy de casa.